se calienta suave casi nulo,
la sartén suelta su llanto,
las ollas gritan sus sueños,
la delicia de todos los pecados,
hervir tu corazón tiernamente,
olvidar la sal de tus oídos,
lamentar la miel de tu piel,
cocinar frutas en paraísos,
asar tu pequeño ojo al atardecer
del sol,
tengo hambre y sueños,
muero al encontrar tu sabor,
ahora el aroma eterno de tu
gusto se dispersa sobre el mar,
las ollas se llevan pedazos de tierra,
las madres lloran pedazos de hijos,
hijos lloran junto a sus madres sin lunas,
el hambre tiene hambre,
la tristeza está triste,
todos al mismo sonar de tu aroma morimos.