se ahoga en manchas de alcohol,
tu cuerpo vestido casi desnudo,
casi inmune y tolerante,
sólo ese brillo de deseo pinta
en tus ojos la mirada de la niña,
arden multitudes de deseos,
de pasiones y nostalgias,
una tras otra la copa de vino se me viene
a la boca, uno tras otro voy echando besos
en tu boca, saliva sobre tus oídos,
casi de a poco desnudando tus ojos,
despistando al futuro,
construyendo barcos para navegar
por tus entrañas de mariposa,
cóctel de ilusiones sobre la mesa,
y aquel abismo que me muestra tu nido,
pido una sonrisa más para acabar la noche,
un beso que nunca fue bajando por el ascensor.
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