a una gaviota en mis sueños,
revoloteando en mis ilusiones,
su espalda,
que no es más que toda la belleza de una mujer,
que no es más que toda la belleza de una mujer,
siempre merodea mi jaulita de sentimientos,
dando brincos y picos se desprende de mis brazos,
vuela entre semana
y fines de semana estudia hasta volver a volar,
y fines de semana estudia hasta volver a volar,
valga decir que esta gaviota vuela en todas mis corazonadas,
mis sueños sueñan en meter la lengua en su boca,
pescarle la felicidad por la garganta a carcajadas,
dulcemente como pescar besos en el mar,
ella nunca aprendió a destilar su saliva,
yo aprendí a meter la lengua en donde los sueños manden
hacer de mi saliva un licor a dos,
hacer de mi saliva un licor a dos,
su sonrisa es el espejo de mi deseo,
yo que soy más como un albatros
voy dejando la vida de marinero para sentarme a verla volar,
me quedo loco y el mar se va ahogando,
la veo volar entre mis sueños de escafandra,
irse al desierto del olvido donde todos olvidan como nadar,
voy aferrandome a su aroma,
perdiendo la cordura y la locura me va anestesiando,
me vuelvo a perder dentro de su sonrisa de gaviota,
ayer soñé que volabamos juntos de la mano,
de la boca con la lengua y con el tiempo
como tesoro de pirata,
como tesoro de pirata,
fui durmiendo medio cojo con el último bocado de su aroma.
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