Dos es una soledad con alas

Quien sabe alguna noche de estas
donde el frío se hace cama

y la soledad es mejor acompañada, 

jugamos a ser dos en un mismo número,

hacemos la noche añicos
y sembramos una constelación de trizas en el amor,

para pedir limosna de placer en todos los rincones

como mendigo desierto,
una gota de tus lagrimas perforando mi lengua,
la anatomía de lo incierto,

para volar como vuelan los números,

tomarnos de la mano y cruzar el laberinto,

convertirnos en volutas de humo,

arrinconarnos al olvido desde el cielo,

volar a paso firme 

por donde transcurren los besos,

regar saliva por el destino,
una gota más sobre mi esqueleto,

para que el futuro no sea más

que una nube a dos,

porque tener los pies en la tierra
es la melancolía
de los que practican la tercera soledad,
yo me pinto tu luciernaga en mi planetario,
porque dos es una soledad con alas de amor,
yo me quedo con la suma de tu luz
aferrada a mis trizados labios de barro.

Ni hoy ni mañana

Hoy no mendigo más que tus besos,

prostituyo mi talante por un buen par de puertas mojadas,

hoy no quepo en un verso

con mi poco talento de preso,

de hoy al hecho el fecho está desecho,

voy dando brincos del final

al hoy como un principio fatal,

hoy no recuerdo un mañana,

inicio a la alegría en la memoria de tus besos,

hoy me regalo al olvido de yeso,

escribo mi mejor rima con soledad,

hoy me entrego a las caricias que me das por caridad,

me duele el pecho y me pesa el techo,

hoy me acuesto con mi media tristeza, 

estoy al asecho de una buena pena,

hoy me aferro a las cadenas de tu saliva,

me curo el cuerpo con ajenjo, 

hoy a medias me desgarro el tiempo,
ni hoy ni mañana no busco otro rincón

que no sea tu pellejo,
hoy me enojo con las paredes de la distancia.