viernes, 26 de octubre de 2012

Dos es una soledad con alas

Quien sabe alguna noche de estas
donde el frío se hace cama
y la soledad es mejor acompañada, 
jugamos a ser dos en un mismo número,
hacemos la noche añicos
y sembramos una constelación de trizas en el amor,
para pedir limosna de placer en todos los rincones
como mendigo desierto,
una gota de tus lagrimas perforando mi lengua,
la anatomía de lo incierto,
para volar como vuelan los números,
tomarnos de la mano y cruzar el laberinto,
convertirnos en volutas de humo,
arrinconarnos al olvido desde el cielo,
volar a paso firme 
por donde transcurren los besos,
regar saliva por el destino,
una gota más sobre mi esqueleto,
para que el futuro no sea más
que una nube a dos,
porque tener los pies en la tierra
es la melancolía
de los que practican la tercera soledad,
yo me pinto tu luciernaga en mi planetario,
porque dos es una soledad con alas de amor,
yo me quedo con la suma de tu luz
aferrada a mis trizados labios de barro.

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