sábado, 18 de enero de 2014

Hommage à la grande moustache





















El cabello negro,
el tiempo y la sabiduría,
el cabello plateado,
los ojos transparentes,
el bigote espeso,
el alma grande,
o mejor dicho universal,
la sonrisa sincera,
te exiliaste de todo y con todos,
se fueron a tierra firme,
baja, subterránea y leal,
también para qué quedarse,
fuiste gringo, japonés
y toda la poesía del triste Sur,
Sidney West,  José Galván, Julio Grecco,
Yamanokuchi Ando, etc. y otros
llenos de conciencia y tierra,
sólo tú para expandirte de tal manera,
porque deben haber sido tantas
las tristezas e injusticias
que tuviste que salir de ti mismo,
renombrarte para abarcar toda tu poesía,
nos dejaste todos los seudónimos del ahora,
una pizca de política y todo el corazón,
ahora yo, que somos muchos más,
para hacerte sonreír dentro de las entrañas,
nos fundimos en tu poesía,
en tu alma alegre y tu justa tristeza,
pero sobre todo,
en tu bigote tranquilo y bien plantado,
un bigote con los pies en la tierra
y el alma en el cielo,
tu poesía se queda con nosotros
y contra los otros.





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