dar vueltas en la cama,
encontrar al sentido patas arriba
virando la tortilla ancestral,
echar a andar la máquina,
botar vapor por las orejas,
ir a pie en el tren tejiendo al destino
o a lo perdido en las manecillas del querer,
encontrar al sentido patas arriba
virando la tortilla ancestral,
echar a andar la máquina,
botar vapor por las orejas,
ir a pie en el tren tejiendo al destino
o a lo perdido en las manecillas del querer,
regresar al olvido del tiempo,
dar un paseo por el mundo,
personificarse como transhumante terraqueo
que integra la sinapsis universal,
tú y yo fuimos las piedrecitas
bruñidas por la arena del mar,
personificarse como transhumante terraqueo
que integra la sinapsis universal,
tú y yo fuimos las piedrecitas
bruñidas por la arena del mar,
terminar en la sagrada nostalgia
y tomar café con la nada
y una cucharita de azúcar,
y tomar café con la nada
y una cucharita de azúcar,
doblar a la derecha
y seguir recto sin remorso,
darle calma al tiempo
y darse tiempo para ser alma,
cebarle un mate al mar,
todo es fantasía en la mente,
el pensamiento es un giro,
un movimiento ilusorio,
un concepto mágico,
un truco del gran teatro de la palabra,
dentro de aquellas esquinas
todos bailan al ritmo del ego,
el deseo te enclausura en tus entrañas cósmicas,
tú y yo que somos el polvo irreversible
de los huesos de la muerte
andamos por el aire buscando
lo que ahorita ya somos,
vida, presente y una chispa del exclusivo fin,
poquito no más,
mas eso nos basta y nos sobra,
yo diría que somos el mundo,
pero no lo sé con certeza,
sé que somos eternamente
ingredientes de la sopa celeste,
del dulce de las abuelas
que corre por nuestras venas,
del amor que en uno es todo,
la distante dualidad no existe
en lo real,
ida y edad
vamos siendo lo que deseamos ser
en la mutante verdad.
darle calma al tiempo
y darse tiempo para ser alma,
cebarle un mate al mar,
todo es fantasía en la mente,
el pensamiento es un giro,
un movimiento ilusorio,
un concepto mágico,
un truco del gran teatro de la palabra,
dentro de aquellas esquinas
todos bailan al ritmo del ego,
el deseo te enclausura en tus entrañas cósmicas,
tú y yo que somos el polvo irreversible
de los huesos de la muerte
andamos por el aire buscando
lo que ahorita ya somos,
vida, presente y una chispa del exclusivo fin,
poquito no más,
mas eso nos basta y nos sobra,
yo diría que somos el mundo,
pero no lo sé con certeza,
sé que somos eternamente
ingredientes de la sopa celeste,
del dulce de las abuelas
que corre por nuestras venas,
del amor que en uno es todo,
la distante dualidad no existe
en lo real,
ida y edad
vamos siendo lo que deseamos ser
en la mutante verdad.
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