cuando las palabras se congelan,
quedan inmóviles en ese vacío de hielo,
quedan a la deriva esperando que mi mente
las devuelva a tierra firme,
firmes tus ideas que caramelizan mi cuerpo,
cocinan mis lamentos a fuego bajo
y bajo es mi grito de locura que escuchan
solamente las campanas de tus orejas,
mis orejas tienen frío, no miran a tu esencia,
canela y caramelo se disuelven en limón,
ahora tu cuerpo se perdió,
esa idea que tanto anhelo, ese amor que invento,
mis locuras no las actúo, las pongo en espera,
en transbordo y en el cielo,
en la mesa dejo un avioncito para que cuando sepa
volar las recupere, a buen tiempo llevo mala cara
y mi sonrisa no te busca en la esquina,
a éste frío lo caliento con corazón en ceniza.
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