domingo, 27 de marzo de 2011

Mirada de dos tiempos

Ella tenía una mirada muy blanquita,
era una mirada de dos tiempos,
era una mirada de dos miradas,
primero cerraba su ojo derecho
apagando a la oscuridad
y sin apresurarse cerraba el izquierdo
para espantar a los malos recuerdos,
esa mirada espantaba las tristezas,
y por la noche se convertía en un barquito
de alegrías que aterrizaban en mi mar,
era una mirada muy mimada,
esa mirada venía acompañada de una risa
de canario, esa risa reía de un poema,
de un me gustas menos irónico,
de esa taquicardia que me daba al mirarla,
de esa mentira que poco me mentía,
por las noches su risa retumbaba en las paredes
dando brincos de pajaritos en todos mis azulitos,
y yo me estraviaba en su sonrisa de ventana,
en esa manera de sonreir con palabras,
ella decía no sé y hacía ronronear a mi brazo
como un gato, un gato que pertenecía a mi cuerpo,
ella tenía risa de canario y yo brazo de gato,
yo era la locura y ella la ternura,
eramos el tren sin destino,
pero siempre ibamos por ese camino.






No hay comentarios: