el que era tan parecido a mí,
llorando piedrecitas en el río,
conmigo y enmigo pocas veces nos
volvemos a encontrar,
bailando esa salsita con ella,
rara vez en sí nos hablamos,
pero es que así perdemos al pasado,
olvidamos caritas de tierra,
contando nostalgias y apetidos insaciables,
sobre ti recuerdo el aroma a campo,
la dulzura de tus montañas heladas,
en sí todo es lo mismo sin mí,
nada cambia abruptamente
sólo la memoria de quien se olvida,
me olvido a veces en tus recuerdos
de trompo y canicas coloridas,
esperando regresarme.
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