y yo ya me quedé quedándome
y lo dejé ir yéndose como perro,
pobre corazón faldero y canino
se convirtió en sombra detrás de tu hueso
y tu perfume se quedó en mi piel,
impregnado a un mañana sin ti,
mi decencia se va haciendo infeliz,
mis labios se deshacen en arena,
caminar sin besos, sin melodía,
con poca saliva y una sonrisa amargada,
corazón canino y labios de arena,
una combinación de día de faena,
mi vida la voy llevando de la mano,
a tirones y tristezas como si fuera mal educada,
con recuerdos y penas como si realmente fuera vida,
tú te fuiste yéndote bien ida y volando,
yo me quedé quedándome bien quedado y sentado.
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