jueves, 23 de septiembre de 2010

El comienzo

Al comienzo eran tres,
el deseo irreparable,
la libertad innecesaria,
el amor desarmado,
eran el semáforo de la vida,
al pasar junto a la sociedad,
su color de inconsciencia
los enmaraño en una turbia
soledad, todos por separados,
como un sueño infantil muy tierno,
eran tres iguales lejos del mar,
los más buscados del despertar,
los incógnitos de la muerte,
los anhelos azules de tus piernas,
la teoría del delirio sustentable,
la fantasía malhumorada
de un mundo encantado de razón,
la falta de sentido en un poema,
que me llena de vida en la ignorancia,
mis colores pierden la calma,
mis amores olvidan tus aromas,
dolores del pasado vuelven con tormento,
y ahora ya no queda ninguno de los tres
rayos de esperanza invisible.










No hay comentarios: