viernes, 24 de septiembre de 2010

Una mañana

En él lluvió tanto que se transformó
en un mar de rencores azulados,
era el existencialismo de un vaso,
la patraña de un pensamiento,
el aprendiz de sueños inhumanos,
era una mañana con un color más claro,
era el cielo de los desesperados,
huyendo de la vida hacia la muerte,
la pureza infinita de una mentira sincera,
mariposas ingenuas de océanos turbios,
verdades oscuras chocan con brutalidad,
un despertar de ideas blancas,
era el poeta sin noción,
la maña enredada en la montaña,
una cueva de claridades absurdas,
era la música de su sangre derramada.




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