sábado, 13 de noviembre de 2010

Atardecer

la fiesta era el día,
la noche era una delicia,
todos envueltos entre sexo
y algo parecido a alcohol,
todo parecía ser mujer,
la luz tenía su forma,
un durazno era su cerebro,
una pera su intelectual,
una manzana su baile,
una frambuesa su cuerpo,
eramos frutas bailando
entre humo y universos,
universos de luces,
mujeres de alcohol,
drogas de sangre,
sexo de ropa y labios,
era lo que nunca fui,
lo que nunca esperé ser,
aquello que olvidé
en su mar de sonidos
y cloroformo violeta.

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