jueves, 4 de noviembre de 2010

Caballo de cielo

Eran sus pies de telaraña
que pedían un día más
al mañana, eran sus ojos
de tormenta que me decían
adiós sin su olor a menta,
yo era el que estaba perdido,
ella se había encontrado en
su laberinto de escafandra,
yo era un caballo de mar
sin galope, ella era una ballena
y el mar le quedaba pequeño,
a mí el mar me ahogaba,
mi paraguas no resistía tantos
pájaros, ella y su telescopio
miraban al cielo y me encontraban
dando vueltas como una estrella,
yo era un caballo de cielo sin galope,
ella era una ballena y el cielo le quedaba
pequeño, a mí el cielo me sufocaba,
mi máquina de cocer no resistía
tanta luz, ella y su brújula apuntaban al mar
y me encontraban dando vueltas como un
caballo de mar sin galope.



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